Es bien sabido que la posesión de un talento enorme no es garantía para convertirse en una gran estrella, porque la adolescencia es una etapa convulsa. O, simplemente, el genio en cuestión prefiere dedicar su vida a otras actividades, y no al ajedrez. Pero sobre el descomunal talento de Yi Wei nadie puede tener duda alguna: en 2015, a los 16 años, estuvo entre los 20 mejores del mundo. Y la partida de este vídeo es una de las numerosas pruebas de ello, pero especialmente bonita.
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