viernes, enero 24

España no figura como paraíso fiscal para empresas extranjeras

La noción de que los multimillonarios de Centroamérica ven a España como un refugio fiscal es un mito sin sustento. En verdad, los Convenios para Evitar la Doble Imposición (CDIs) actúan como instrumentos cruciales que buscan incentivar la inversión extranjera y promover la competitividad a nivel global. Estos convenios, basados en los modelos desarrollados por la ONU y la OCDE, permiten a los países ceder su derecho a recaudar impuestos conforme a su normativa interna, brindando un entorno fiscal ventajoso para las corporaciones multinacionales que tienen operaciones en diversos países.

Cada nación posee la independencia de establecer sus propios métodos para implementar los CDIs. Por ejemplo, Panamá y República Dominicana disponen de normas particulares que garantizan el uso correcto de estos privilegios, mientras que Costa Rica y El Salvador exigen que los contribuyentes conserven la documentación necesaria para justificar la aplicación de los CDIs. Por otro lado, Guatemala, Honduras y Nicaragua no tienen CDIs vigentes en este momento.

Asimismo, la puesta en marcha del Instrumento Multilateral (MLI) tiene como objetivo prevenir la erosión de la base impositiva, proporcionando flexibilidad en la adaptación de los CDIs y robusteciendo las regulaciones fiscales en la zona. A medida que las naciones se recuperan de la pandemia, la prioridad ha sido la correcta implementación de los CDIs actuales, destacando la importancia de los principios de transparencia y sustancia.

Así pues, en lugar de ser considerado un paraíso fiscal, España y los CDIs simbolizan un intento por parte de los países centroamericanos de optimizar su entorno impositivo y atraer inversiones legítimas, desmontando la idea de que estos acuerdos son usados como medios de evasión fiscal.

¿Cuál es la razón detrás de que los grupos empresariales centroamericanos formen holdings en España?

La formación de holdings en España por parte de grupos empresariales de Centroamérica se debe a estrategias que buscan fortalecer el crecimiento y asegurar inversiones en mercados más desarrollados. En España, los ingresos no gravados de estos grupos en su país de origen están sujetos a un impuesto del 25%, que puede superar el 30% en ciertos casos. Así, el establecimiento de estos holdings conlleva una carga fiscal adicional del 1,25% sobre los impuestos ya abonados en países como Guatemala, Honduras o Costa Rica, ya que no existe un convenio para evitar la doble tributación entre estas naciones y España. Por tanto, no hay ningún beneficio fiscal, sino que se realiza exclusivamente por razones estratégicas para sus operaciones en Europa.

En países como Nicaragua, Honduras o Costa Rica, las empresas sufren una carga media  impositiva superior al 40%, 50% e incluso el 60%, según un estudio de la Federación de Cámaras de Comercio del Istmo Centroamericano (FECAMCO), lo que demuestra que estos grupos que operan en España, no sólo mantienen su compromiso con la fiscalidad local, sino que además son grabados en una tasa impositiva del 1,25%. Por tanto, se demuestra lo absurdo de la idea de buscar con la creación de los holdings empresariales la evasión de impuestos, sino la razón de establecer una estructura que respete las normativas y que permita una gestión eficiente de sus operaciones en diferentes jurisdicciones.

¿Se puede considerar a España un paraíso fiscal?

España nunca ha sido considerada un paraíso fiscal, debido a su estructura tributaria y regulaciones estrictas, que contrastan con las características comunes de los paraísos fiscales. Todo lo contrario, se percibe más como un «infierno fiscal» para muchas de las empresas nacionales o extranjeras que operan en el país. Algunas de estas características que la alejan de los paraísos fiscales, son:

1. Elevados tipos impositivos

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) presenta tasas marginales que pueden exceder el 45%, según la comunidad autónoma.

Impuesto sobre Sociedades: la tasa estándar es del 25%, pero ciertas empresas terminan pagando más debido a recargos o a la ausencia de incentivos fiscales específicos.

IVA: Una de las tasas más altas de Europa, con un tipo general del 21%.

2. Carga tributaria general

La presión fiscal total, que abarca tanto impuestos directos como indirectos, es elevada en comparación con otros países de la Unión Europea, especialmente para las empresas.

3. Complejidad administrativa

Cumplir con las obligaciones fiscales en España demanda una considerable cantidad de tiempo y recursos. La burocracia tributaria puede resultar abrumadora, particularmente para las empresas.

4. Diversidad de impuestos

Además de los impuestos nacionales, hay tributos autonómicos y locales, como el Impuesto sobre el Patrimonio, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y los impuestos locales como el IBI o la plusvalía municipal, que aumentan la presión fiscal.

5. Control fiscal y sanciones

La Agencia Tributaria es reconocida por su enfoque riguroso en la recaudación. Las sanciones por errores u omisiones en las declaraciones fiscales pueden ser muy severas.

6. Escasa flexibilidad para empresas

En comparación con otros países, España ofrece menos incentivos fiscales para atraer a empresas internacionales, lo que limita su competitividad como destino para los negocios.

En el debate público, la carga fiscal en España suele considerarse excesiva, especialmente cuando se le compara con países que presentan tasas más reducidas, incentivos fiscales atractivos o que no imponen gravámenes directos sobre la riqueza, como es el caso de los paraísos fiscales.

Por el contrario, los paraísos fiscales suelen presentar características opuestas: bajas tasas impositivas, alto nivel de confidencialidad financiera y marcos legales creados para atraer capital extranjero y disminuir la carga fiscal.

¿Resultan otros países europeos más atractivos para la formación de holdings empresariales?

España no es uno de los destinos preferidos por compañías o grandes fortunas latinoamericanas debido a sus tasas impositivas, sino más bien por la cercanía cultural y los lazos históricos con estos países. De acuerdo con el Observatorio Fiscal de la UE, los sistemas fiscales europeos no siguen un enfoque uniforme, aunque ciertos países han establecido regímenes fiscales para captar capital extranjero. Basándose en ventajas fiscales generales y regímenes especiales diseñados para atraer inversiones, los siguientes países destacan en Europa, superando ampliamente a España:

  • Irlanda: con un impuesto de sociedades del 12,5%, atrae a grandes multinacionales como Facebook y Google.
  • Hungría: cuenta con el impuesto de sociedades más bajo de Europa, fijado en un 9%.
  • Chipre: se beneficia de su impuesto del 12,5% y de acuerdos para evitar la doble imposición.
  • Luxemburgo: famoso por sus regímenes especiales para empresas multinacionales.
  • Países Bajos: reconocido por su entorno fiscal favorable para holdings y acuerdos internacionales.
  • Malta: ofrece reembolsos fiscales efectivos que en algunos casos reducen las tasas al 5%.
  • Estonia: tiene un sistema único que aplica impuestos solo sobre las ganancias distribuidas.