Forzando la línea, podríamos partir de una fórmula bien conocida por los lectores de Murielle Szac, la que abre su telenovelas : “El sol acababa de salir” cuando encontramos a la autora, inmediatamente reconocible por la diadema roja que sujeta su cabello rizado.
Es cierto que a las 8:30 am, incluso si la primavera estaba fría, el día había terminado por un momento. Aún así, el horario de citas no es el más habitual en las editoriales. Es porque los días de Murielle Szac están desbordados. Esa semana grabó la versión en audio de su nuevo libro, La serie de Séfora, en cien episodios. Cela ne la dispense pas de s’occuper de sa collection, « Ceux qui ont dit non », chez Actes Sud Junior, ni de la maison d’édition qu’elle a fondée avec son compagnon, Bruno Doucey, qui porte le nom de Señor. No obstante, sigue dando vida a su primera novela para adultos en festivales, Eleftheriapublicado en 2022 por Emmanuelle Collas.
Al hacer balance de sus muchas actividades, Murielle Szac pierde momentáneamente su sonrisa contagiosa para expresar su cansancio ante la “casos solicitados absolutamente queremos ponernos” y la imposibilidad de imaginar que un novelista y poeta pueda escribir para todas las edades, y un editor, publicar poesía como libros para niños. “¡Es la misma persona que hace todo esto!” »subraya, ansiosa de que entendamos el hilo rojo que sostiene el conjunto: “La cuestión de la transmisión. »
Esta única persona nació en Lyon en 1964, de dos padres maestros, “activistas sindicales, activistas escolares laicos”. Los periódicos están por todas partes en sus casas, la radio siempre está encendida, las noticias son un “baño permanente”. Por mucho que su hija, lectora voraz, no se imagina convertirse algún día en escritora (“Eran viejos muertos”), tanto periodismo le parece un camino posible.
El encuentro del mundo de la literatura infantil
A la salida del Centro de Formación de Periodistas, el ex-khâgneuse entra en el semanario evento del jueves. En calidad de tal, cubrió, en 1994, el juicio de Paul Touvier (1915-1996), quien dirigió la Milicia de Lyon durante la Ocupación. “Me di cuenta de que había muchas cosas de las que no podía hablar en mis artículos. Me preguntaba por la situación de los hijos de milicianos y colaboradores. ¿Cómo vivir con eso? »pregunta aquel cuyo abuelo ferroviario actúa para la Resistencia. “Para hablar de estos temas, tuve que pasar por la ficción y dirigirme a un público joven. » Así que se embarca en la escritura deun pesado silencio (Seuil, 1999), cuyo protagonista descubre el pasado de su abuelo. Notó que la novela le valió invitaciones a clases y al encuentro del mundo de la literatura infantil, “muy solidario, cálido y amigable”.
Te queda el 72,65% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.