El Rayo Vallecano lo es todo para Óscar Trejo (Santiago del Estero, Argentina; 35 años). El Chocota es uno de los futbolistas más destacados de la historia del equipo madrileño: el noveno jugador con más partidos en la historia del club (270), autor de goles decisivos en los ascensos de 2011 y 2021, o el que dio el pase a las semifinales de la Copa del Rey en 2022, la primera vez que el Rayo llegaba tan lejos en el torneo desde 1982. En 2020, se convirtió en el capitán del primer equipo. Pero eso se acabó el pasado domingo. El argentino anunció en un comunicado que renunciaba a la capitanía por “no coincidir con la metodología ni el trato a los trabajadores y aficionados” por parte del club.
Esta decisión no se debe a un encontronazo reciente con la directiva que preside Raúl Martín Presa. Responde a una situación de desgaste acumulado durante años. El jugador, como expresó en el comunicado, llevaba mucho tiempo meditando la idea de dejar la capitanía. Es más, la decisión ya estaba tomada antes de lanzar la nota. La semana pasada, en el encuentro contra el Cádiz, Trejo no lució el brazalete. Su portador fue Óscar Valentín, que a partir de ahora será el nuevo primer capitán, seguido de Bebé, Falcao e Isi. Una vez anunciada la decisión, el argentino no quiere darle más vueltas al asunto y solo busca seguir aportando como un jugador más del equipo.
Desde el entorno del futbolista apuntan que Trejo se había visto forzado a asumir un papel semejante al de un “líder sindical”, y no solo el de un capitán de un equipo de fútbol. “Estos últimos años se ha ido comiendo diferentes marrones del club y se los ha hecho suyos. Ha habido un momento en el que ya ha explotado y ha decidido dar un paso al lado”, explican fuentes cercanas al jugador. “Él ha intentado desde su posición defender a mucha gente, y eso le hacía llevarse esos problemas a casa. Se preocupa por todos los trabajadores del club, no solo por los jugadores, y se convirtió en una especie de líder sindical. Se ha puesto por delante en cosas como que falten balones en los campos de entrenamiento o que algunos trabajadores cobren tarde las primas”.
Trejo fue uno de los jugadores que se posicionó en contra del ERTE que realizó el Rayo durante la pandemia. También cargó contra el club por la continuidad de Carlos Santiso como entrenador del equipo femenino después de que salieran a la luz unos audios del técnico alentando una violación grupal. Finalmente, Santiso fue despedido después de semanas de protestas de los aficionados.
El apoyo de la grada
Los empleados o extrabajadores del Rayo con los que este periódico ha intentado ponerse en contacto han rechazado hacer declaraciones acerca de la gestión de los conflictos laborales en el club, o afirman que nunca han tenido ningún problema y dicen no saber a qué se refería Trejo. Desde el Rayo también han declinado valorar el comunicado de Trejo y prefieren, como el jugador, pasar página y centrarse en lo deportivo. Este sábado, el Rayo se enfrenta al Sevilla en el Sánchez Pizjuán (21.00, Movistar) en el primer partido para Trejo desde que anunció su renuncia al brazalete. No será hasta dentro de tres semanas, el próximo 29 de octubre ante la Real Sociedad, que se reencuentre con su afición en el Estadio de Vallecas.
Esta semana, la respuesta de la grada de Vallecas a la renuncia del que era su capitán ha sido de absoluto apoyo al jugador. Multitud de peñas, como Bukaneros o Franja Vallekana, han emitido comunicados respaldando la decisión y agradeciendo su apoyo durante estos años. El argentino fue uno de los jugadores que cargó contra el club el año pasado por el caos que se formó en la renovación y obtención de los abonos. También ha criticado en ocasiones la mala relación del presidente, Martín Presa, con el grueso de los aficionados. “La situación no es la adecuada entre la afición y la directiva”, declaró Trejo el año pasado tras conseguir el pase a semifinales de la Copa del Rey. Y añadió: “La gente sabe que estamos a muerte con ellos y lo vamos a seguir estando porque lo que hacen es impresionante”.
“Trejo es uno de los mejores jugadores de la historia del Rayo, quizás el más importante de su historia moderna”, señala Paco Pérez, concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento y abonado del Rayo Vallecano. “Se ha convertido en un ídolo, primero por su enorme calidad, pero también por su compromiso con el club y la afición. Demuestra ser una persona coherente que enaltece el deporte. No todo es decir amén”, recalca el político, que insiste en que el mediapunta fue uno de los primeros jugadores de Primera que mostró su apoyo a Jenni Hermoso por el beso no consentido de Luis Rubiales.
El deseo de Trejo es acabar su carrera en el Rayo Vallecano. A los 35 años, termina su actual contrato con el club el próximo verano.
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